Si necesitas dinero extra para un proyecto o pagar algunas deudas pendientes, seguro que te ha venido a la cabeza pedir un préstamo a un banco. No eres el único. El crédito concedido a familias crece un 22% anual, sobre todo el destinado a vivienda, que lo hace un 28,4%. Así que con toda probabilidad habrá alguien a tu alrededor que tenga un préstamo o algún tipo de crédito abierto con una institución bancaria.
Si ahora mismo te encuentras buscando las mejores opciones de créditos bancarios y quieres evitar futuros problemas con los altos intereses, o conocer mejor las consecuencias a las que podrías enfrentarte en caso de impago, desde Ferratum te damos varios consejos a tener en cuenta antes de pedir un préstamo.
Haz tus cálculos con cuidado
Los cálculos de casi todos los préstamos los realizan las mismas instituciones financieras, pero, sin embargo, a la hora de explorar todas las opciones, te recomendamos que tú también hagas tus propios números para luego compararlos con los que te ha dado tu asesor. Muchas veces hay cierto margen para escoger la cuota de pago mensual, y solemos tener la tentación de escoger un extremo u otro: o pagar una muy reducida o pagar una que te libere del préstamo cuanto antes. En el centro está la virtud: escoge una mensualidad que te permita devolver el préstamo con comodidad y seguir disfrutando de tu vida, sin agobios.
Revisa el contrato al detalle
Suponemos que no hará falta recordarlo: Lee siempre, siempre, la letra pequeña. Los detalles del contrato son muy importantes. Antes de firmar el contrato de un préstamo, léelo con cuidado. Dos veces. Cada cláusula y cada punto pueden marcar la diferencia entre un préstamo fácil de gestionar y otro que no, y que pueda causarte problemas en el futuro.
Elige el plazo que más te convenga
A la hora de decantarte por un préstamo de un banco o de otro, el plazo para devolverlo es un elemento crucial. Para una hipoteca, el plazo puede ser de más de 30 años, mientras que, para un préstamo personal, quizá sólo 5. En general, lo mejor es tender a préstamos con un plazo menor, pero siempre debes tener en cuenta qué es lo más cómodo para tu situación concreta. En cualquier caso, te recordamos que siempre es una buena idea crear un fondo de emergencia.
Documéntate todo lo que pueda
Este consejo se aplica a casi todas las decisiones, pero nunca está de más recordarlo: investiga, documéntate, lee toda la información que puedas. Pregunta a tus conocidos sobre sus experiencias. Entra en las páginas de todas las opciones que manejes. Consulta en foros. Vuelve a preguntar. Cuánto más sepas sobre el tema, más fácil te será decidirte por un préstamo.